Bonyé, el sabor musical de los domingos

La agrupación tiene más de una década dando alegría a la zona colonial de Santo Domingo

0
3589

Fotos y video: Massiel Perdomo y @BonyéRD/Instagram

Gracias a Bonyé, cada domingo, en un pequeño rincón de Santo Domingo, se hace realidad lo que creíamos imposible: el pobre se confunde con el rico al compás de una salsa; el joven y el anciano hacen dibujos con sus pies, al ritmo de un son; el extranjero se vuelve dominicano al escuchar su merengue; y el culto y el iletrado hablan el mismo lenguaje, el de la música.

Lo que allí se produce es como una especie de microambiente, ajeno a lo que ocurre a su alrededor. Lejos de la delincuencia, las poses, las diferencias sociales o la vanidad. Un lugar donde el común denominador es la alegría. A esta increíble escena agregamos de invitados a la luna y las estrellas, pues la actividad es al aire libre.

Público reunido para disfrutar del grupo Bonyé
Foto: Massiel Perdomo

La fiesta de Bonyé es un encuentro casi obligado para los amantes de los ritmos tropicales con alma bohemia. Un evento auspiciado por el Ministerio de Turismo que ocurre cada domingo, entre las cinco de la tarde y las diez de la noche, en las Ruinas de San Francisco de Asís, y es totalmente gratuito.

El sonido de Bonyé
Ya hace trece años que se produce este maravilloso encuentro cultural en la zona colonial de Santo Domingo. Chino Méndez, Franklyn Soto, Félix Báez, Néstor Sánchez y Roberto Bobadilla forman el quinteto de voces que da vida a Bonyé, y que se hace acompañar por un magnifico grupo de músicos dominicanos.

Integrantes del Grupo Bonyé
Foto: @BonyeRD/Instagram

Ellos, con su alegría y sabor desbordante, reúnen a cientos de personas que no pueden resistirse al sonido de la salsa, el merengue, el son y el bolero. Su repertorio está formado por canciones de antaño de artistas latinoamericanos, pero que siguen conservando la misma brillantez de entonces. “Los algodones”, “Perico”, “La salve de los guandulitos”, “Aprendí”, “El Mujerón”, “Ana Milé”, “Caña brava”, y “Desguañangue” son algunos contagiosos ejemplos, a los que es imposible contenerse. Lo propio ocurre cuando suenan los acordes de la canción “Todo me gusta de ti”, la que el público canta casi al unísono, con gran emoción:

“Y si esto no es amor, ¿Cómo se puede llamar?
¿Cómo te puedo decir, lo que no puedo explicar?
Solo diciendo que te quiero y no comprendo
¿Cómo he podido vivir sin ti?, ¿Cómo he podido vivir sin ti… hasta este momento?”

Grupo Bonyé hace homenaje a la bandera

Hermosa bandera
Evidentemente, todo lo que ocurre en esta fiesta es único y especial. Uno de los momentos más emocionantes y a la vez atípicos, que tiende a sorprender mucho a los extranjeros presentes, ocurre próximo a las 9 de la noche. Es casi un ritual. La música cesa, los integrantes de Bonyé sostienen en sus manos la bandera dominicana, y todos los nacionales presentes – con los brazos levantados – recitan una de las estrofas del poema “Arriba el Pabellón” de Gastón Fernando Deligne, que reza: “Qué linda en el tope estás, dominicana bandera…”. Al tiempo recuerdan y dan vítores a los hombres y mujeres que a lo largo de la historia han luchado por la independencia y la libertad de República Dominicana. A seguidas, interpretan el merengue “Quisqueya”, una canción cuyas letras están cargadas de emotividad y colma los pechos de orgullo y patriotismo. En resumen, podemos describir a Bonyé como un extraordinario regalo musical dominical.

* Si te gustó este artículo y no quieres perderte los demás, únete a nuestra newsletter. 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here