Sant Jordi, el amor entre rosas y libros

En Cataluña, el día del amor se vive de una manera muy diferente a como lo hacemos en República Dominicana. El santo o patrón de los enamorados no es Valentín. Es Jordi. La fecha no es el 14 de febrero, es el 23 de abril. Y el intercambio de regalos entre los enamorados es austero, pero muy significativo: la mujer le obsequia un libro a su amado y éste le corresponde con una rosa roja.

¿Por qué han de ser específicamente estos dos artículos? Esto responde, principalmente, a la unión de dos elementos. Por un lado, cuenta la leyenda que un valiente caballero de nombre Jordi salvó a la princesa de ser devorada por un dragón. El hercúleo joven clavó una espada en el corazón de la bestia, y de la sangre derramada brotó un rosal. El segundo elemento es que el 23 de abril es el Día Internacional del Libro, gracias a que en esa fecha se conmemoran los fallecimientos de dos de los más grandes escritores de la historia: Shakespeare y Cervantes.

Por este motivo hoy todas las calles catalanas están atiborradas de vendedores de rosas rojas, y las librerías – como diríamos popularmente- “hacen su agosto”, pues las ventas aumentan significativamente. Incluso, esta fecha es usada estratégicamente por muchos escritores para poner en circulación sus nuevas obras y hacer jornadas de firmas. Gracias a esto, es muy común observar interminables filas o colas de fervientes lectores en las Ramblas de Barcelona, bibliotecas públicas y librerías con la intención de lograr la rúbrica de su escritor más preciado.

Además de las floristerías y librerías, los demás comercios también aprovechan la oportunidad y se montan en el tren mercadológico para dinamizar sus ventas. Es así como las pastelerías ofrecen galletas en formas de dragones. Las tiendas de ropa decoran sus escaparates con rosas. Los restaurantes ofertan menús especiales para la fecha.

Al margen del tema comercial, no cabe duda de que Sant Jordi es una gran una fiesta cultural. En la que todos los catalanes, sin importar edad, danzan al acompasado ritmo de la literatura.